Grau Torralba descarta al Valencia y confirma al Espanyol como el club mejor posicionado para firmar a Caszely
Hacia finales de mayo de 1975 no era un secreto que hubiera que preservar que Caszely no vestiría la camiseta azulgrana del Levante la temporada inmediata en el tiempo. Sus días como futbolista asociado al universo de la escuadra granota se consumían con lentitud, aunque restaban emociones por dirimir en el marco de una institución que peleaba a la contra con la finalidad de completar los plazos establecidos en el regreso en dirección hacia la categoría de Plata desde los subterráneos de la Tercera División. El atacante chileno seguía manteniendo una primacía absoluta en términos informativos. Las leyes gravitatorias del fútbol son incuestionables en este tipo de casos y podría decirse que casi dictatoriales. En esa especie de interregno que se inauguraba tomaba consistencia la posibilidad de desvelar el destino del internacional por la Selección de Chile.
Parecía asegurada su continuidad en el marco del balompié que se disputaba en la Península Ibérica. La lucha que se adivinaba tomaba la forma de un triángulo. En cada vértice aparecían los nombres del Valencia, Sevilla y Espanyol. Manuel Grau Torralba, presidente del colectivo de Orriols, ratificó esta batalla y la autenticidad de las sociedades que pujaban por el ariete. “Hay tres equipos que están interesados por Caszely y uno se lo llevará”, manifestó en El Mundo Deportivo el sábado 24 de mayo. El mandatario confirmó la veracidad del interés mostrado por estas instituciones que competían en el marco de la Primera División, si bien esclareció el asunto al exponer sin subterfugios que “el equipo que goza de mayores probabilidades es el Español”. El jerarca granota ofreció más argumentaciones en relación al cambio de aires en dirección hacia la Ciudad Condal. El mandatario hablaba de lealtad, de seriedad aunque en su reflexión incluía valores económicos que serían trascendentes en la transacción definitiva.
“Cuando hablé con el señor Meler, que es uno de los pocos caballeros que quedan en nuestro fútbol, le prometí que antes de hace cualquier cosa le consultaría y si el Español lo quiere y paga lo que nosotros pedimos se lo llevará”. Grau Torralba excluía de la previsible puja al Valencia por una cuestión de estilo. “Está prácticamente descartado, porque su directiva no se ha portado a la altura que yo esperaba. Ha querido menospreciar al jugador y sus desplantes la verdad es que me han dolido. No me gustaría que Caszely fuera al Valencia”. El rector mantenía inviolable la tasación establecida por la directiva. Ese aspecto era innegociable. “Dije que valdría un millón por gol y lleva veintiséis. Creo sinceramente que es lo que vale el jugador y, si nadie los paga, no nos desprenderemos de él”, advirtió en tono solemne aclarando que en ese punto no habría ninguna alteración. Los presagios manifestados por Grau Torralba se cumplieron apenas un mes más tarde cuando el acuerdo entre el Espanyol y Caszely quedó rubricado con el dignatario granota como testigo.